Este es un blog de temática tecnológica sobre GNU/Linux, aunque a veces se incluye otros temas como música libre entre otros. Pero en esta ocasión quiero hacer una entrada que habla de política, aunque no es el blog adecuado (para eso os recomiendo UBP donde escribe mi amigo Víctor, que también hace entradas en este blog), en esta ocasión voy hacer una excepción, ya que el tema afecta a la libertad de este y de muchos más blogs.
La tasa (llamada también tasa Google) que quiere imponer el gobierno para que los medios de comunicación tradicionales sean afines al mismo, es un insulto a a libertad en todos los sentidos (más información aquí). Pero seamos sinceros, Google no me da pena ninguna, es una multinacional que gana suficiente dinero como para poder negociar con el gobierno y con AEDE, y tiene el suficiente poder para presionar o salir de este país si no le interesa. Aunque Google tenga que pagar un peaje a un lobby, algo que no entra en la lógica de un país democrático, es problema suyo.
No, Google no me da pena, la pena me da páginas como Menéame (opinión del creador de Menéame) que si se ven afectadas, y como no, pequeños blogs como este que por el simple hecho de enlazar (ejemplo), como estoy haciendo en esta entrada, tenga que pagar un canon a una entidad que no ha sabido adaptarse a los cambios tecnológicos. Eso es lo insultante, eso es lo que no me entra en la cabeza, y eso es lo que me preocupa de esta democracia que no se legisla para la gran mayoría, se legisla para unos pocos.
Pero aparte de la tasa Google también entró por la puerta de atrás y sin hacer ningún ruido la reforma de la LPI. Otra ley hecha para otro grupo de presión, que no ha sabido adaptarse y pretende perseguir a los ciudadanos, por el simple hecho de meter miedo para así perpetuarse en el poder. Me hace mucha gracia cuando se refieren a los internautas, como si fuesen una tribu aislada, y no, los internautas somos personas físicas, es más, no somos una minoría, somos una mayoría, una mayoría que por mucho que nos digan no estamos dispuestos (o eso espero) a que nuestros derechos básicos se vean pisoteados por una banda de impresentables.
No me quiero alargar más ya que como he dicho al principio, la política no es el tema de este blog, pero quería hacer este pequeño inciso, ya que el derecho a pataleta no me lo quita nadie.
Muy bien dicho. El vergonzoso que ésto ocurra en un país que si dice democrático. Cosa que no entiendo ya que para empezar no puede ni elegir un jefe de estado, ya no puede ser libre para manifestarse ni para dar su propia opinión en un blog personal en el que pueda enlazar las fuentes en las que se apoya para llegar a esas conclusiones.
ResponderEliminarComo sabes, estoy en Pump.io y en ella he compartido una dirección de cómo dejar de visitar páginas que sean de AEDE. Si queremos protestar podemos empezar a dejar de visitar esas páginas que viven, sólo en parte, por la publicidad que tienen alojadas. Aquí la pongo:
https://identi.ca/hermesgabriel/note/tN3eT05JRgaJGIFcehfkrw
La suerte de esta red, así como con Diaspora*, es que los usuarios son personas reales, como tu y yo que buscamos ser ciudadanos. Para ello usamos software libre, enmarcado dentro de esa filosofía del software libre. No hay que ser informático para ello aunque mucho desinformado se deje intoxicar por esa idea. Pues bien, en estas redes los ciudadanos participamos y comentamos más allá de un "me gusta".
Totalmente de acuerdo contigo, Victor. Si los ciudadanos, de cualquier país, quieren tener el control sobre sus gobernantes, lo primero que tienen es tener el control sobre sus vidas y su información. Una ciudadanía informada es una ciudadanía que sabe ser critico y exigir a sus gobernantes, ya que lo peor para la democracía es la típica persona que dice: -"Yo soy de tal partido". Ya que eso significa que haga lo que haga ese partido esa persona lo va a seguir votando y eso no es nada democrático, y esas personas no son críticas a nivel político.
EliminarY para estar bien informado que mejor lugar que las redes sociales libres, ya que se puede informar de lo que hacen tanto los gobernantes como las empresas, ya que los medios tradicionalistas o medios masivos, pueden ser dados a ocultar o mentir, con el beneplácito del gobernante o empresa de turno.
Un saludo.