miércoles, 10 de septiembre de 2014

FreeOffice

 Casi todo el mundo estará de acuerdo en que la suite ofimática de Microsoft es la mejor, o por lo menos la más popular. En GNU/Linux tenemos alternativas, como LibreOffice, Calligra o la tan de moda WPS. Ahora podemos añadir otra más a la lista, su nombre: FreeOffice.






 Que nadie se confunda, esta suite ofimática, a pesar del nombre, no es libre aunque si que gratuita. Aunque también tenemos la opción de comprarla, lo cual nos darán más prestaciones. Pero en principio, para un usuario doméstico debería de sobrar la versión gratuita. La suite incorpora un procesador de texto, realizar hojas de cálculo y presentaciones. Está disponible para Windows y para GNU/Linux, dejando fuera a los usuarios de Mac (es raro que esté disponible para GNU/Linux y no para Mac, es una cosa que me ha llamado mucho la atención)


 Para probarla nos vamos a la página de FreeOffice. Para poder descargarla, nos pedirá un nombre y un correo electrónico. Después nos enviaran a ese correo una clave que necesitaremos para activar el producto. También nos enviaran los enlaces de descarga, habiendo para Debian y derivadas (.deb), Red Hat y derivadas (.rpm) y un .tgz que contiene un script de instalación.

 En mi caso la he probado en Ubuntu 14.04 de 64 bits, así que he descargado la versión de 64 bits y aquí me he encontrado un pequeño problema de dependencias, así que he optado por la solución más sencilla y es descargar la versión de 32 bits.

 Una vez descargada e instalada, en caso de Ubuntu doble click sobre el archivo descargado, nos encontramos con un cartelito donde nos preguntará donde se desean guardar por defecto los documentos que vamos creando.


 A continuación tendremos que rellenar este formulario con los datos que nos han enviado al correo.


Por último nos saldran dos ventanas más en las cuales nos pedirá información personal y de la empresa. No es obligatorio rellenarlos.






 Como se puede observar en la captura el aspecto general de la suite nos recuerda a LibreOffice, usando una disposición muy clásica. La integración es bastante mala con lo cual hace que a la vista sea horrible. Pero, ¿y el funcionamiento?


Bien, en las pruebas que he hecho, la compatibilidad con los formatos de Microsoft es muy buena, siendo superior a LibreOffice. También nos permite abrir el formato de odf. Esta suite usa su propio formato (tmd). La suite está totalmente traducida al español, cosa que es de agradecer y en la página de descarga nos podremos descargar los diccionarios, entre los que se encuentra el español.


Mi opinión, aunque sesgada ya que no he trabajo demasiado tiempo con ella, es que prefiero sin duda LibreOffice, no sólo por el lado estético, si no por que FreeOffice veo que no me aporta nada más que LibreOffice, siendo lo único la estupenda compatibilidad con los formatos de Microsoft.

 Pero está claro que las alternativas nunca sobran.

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