lunes, 30 de mayo de 2016

Mi batalla personal entre Fedora y Ubuntu

A pesar de que el título de la entrada pueda llevar a confusión no tiene nada que ver con comparar estas dos distribuciones. Más bien, es comentar lo que me ha sucedido sin entrar en comparaciones ni en evaluaciones.

 Como ya comenté aquí, Ubuntu 16.04 con Gnome me defraudó enormemente, ya que la experiencia con Gnome no es del todo satisfactoria, o por lo menos esa es mi impresión. Así que decidí instalar Fedora, una distribución donde cuidan a Gnome, como no podría ser de otra forma. También debo decir que tengo dos discos duros en mi ordenador. El de mayor capacidad es únicamente para albergar la partición /home, esa donde se almacenará los documentos, fotos, etcétera. Vamos, lo que todo buen linuxero debería saber.

En el otro disco duro es donde instalo las distribuciones, pero como estaba algo caótico decidí empezar de nuevo. Así que en el instalador de Fedora, formatee todo el disco duro, reservé una pequeña parte para Fedora, otra pequeña parte para instalar el cargador de arranque  y el resto de espacio para instalar otras distribuciones. Hasta aquí todo normal y correcto.

  Debo de confesar de que me siento muy cómodo con Fedora y Gnome, pero también me gusta Ubuntu y Unity, si, no me da miedo admitirlo. Así que ni corto ni perezoso instalé Ubuntu, pero pretendiendo usar esta distribución como segunda de abordo. La instalación es fácil, y como tenía espacio libre en el disco duro, y para no tener problemas con los temas visuales y configuraciones de los programas, opté por crear una pequeña partición /home. Hasta aquí todo normal y correcto.

 Cuando arranqué el ordenador, en el cargador de arranque, también llamado GRUB, sólo me aparecía la opción de arrancar el ordenador con Ubuntu, Fedora había desaparecido. ¿Cómo era posible? ¿En que me había equivocado?. Comprobé que Fedora siguiera presente en el disco duro, y así era. Así que el problema debería ser que el cargador de arranque no me añadía Fedora. Intenté todo lo que iba descubriendo por ese basto mundo llamado Internet. Hasta que sucedió lo que tenía que suceder, romper el GRUB, de tal forma que ya no podía arrancar ni una ni la otra.

 Así que me tocó arrancar el Live-USB con Ubuntu e intentar recuperar ese GRUB. La cosa no funcionó, el desastre había sido mayúsculo. Así que no me quedó más remedio que volver a instalar Ubuntu. Pero no iba a cometer dos veces el mismo error. En la instalación fui concienzudo, mirando dos veces todos los pasos, con la esperanza de poder iniciar Fedora. Mi gozo en un pozo. Al reiniciar el ordenador después de la instalación volvía a no aparecer Fedora. No estaba dispuesto a quedarme sin Fedora, así que ni corto ni perezoso, cargué en el lápiz Fedora y a volver a instalar.

 Cosa curiosa. Al reiniciar el ordenador después de la instalación de Fedora, en el GRUB, no aparecía Ubuntu. Parecía que el destino era que no te entendieran entre estas dos distribuciones. Pues nada, a otra cosa. Y así pasaron unas semanas, pero como soy una persona bastante cabezota, decidí volver a la carga. Pero antes de eso, busque información, no tenía ganas de volver a pasar por lo mismo. ¿Habría alguna forma de que estas dos distribuciones convivieran en el mismo ordenador?

 La solución me llegó de la mano de Yoyo Fernández en su blog SalmorejoGeek. ¿Y cual es la solución? Pues tan sencilla como instalar Ubuntu sin cargador de arranque, así el GRUB sólo se encarga de gestionarla la distribución de cabecera, en mi caso Fedora. Así que me puse manos a la obra. Según comenta Yoyo, el instalador de Ubuntu no tiene la opción de instalar sin cargador de arranque, con lo cual debemos iniciar el Live-USB, abrir un terminal e iniciar el instalador en un terminal con:
ubiquity -b
A partir de ahí la instalación es igual pero sin que Ubuntu gestione el GRUB. Una vez reiniciado el ordenador, como es normal, sólo me aparecía Fedora en el GRUB. Ahora se trata de abrir un terminal y ejecutar.
sudo grub2-mkconfig -o /boot/grub2/grub.cfg
 Ahora si, por fin, Ubuntu apareció en la lista y al reiniciar el ordenador pude ver para alegría mía como en las opciones aparecía la opción de arrancar Ubuntu. Y lo mejor de todo es que funciona. Que gran satisfacción cuando después de muchos intentos consigues algo.

 Así que a partir de ahora ya se lo que tengo que hacer cuando quiero instalar una nueva distribución. Que no instale el GRUB. Así de sencillo y fácil. Siempre se aprende algo nuevo.

2 comentarios:

  1. Deberías probar con ApricityOs tiene un gnome muy pulido. http://apricityos.com

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    1. Hola Javier.

      Pues no la conozco, pero me la apunto para probar.

      Un saludo.

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